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viernes, 18 de octubre de 2013

Como motivar al niño para que ir al dentista sea una buena experiencia

En primer lugar, la experiencia de ir al dentista no ha de ser traumática ni para los padres ni para las madres, pues los niños lo notan y empatizan con sus progenitores. Por lo tanto si se sufre al ir al dentista hay que cambiar de profesional, la oferta es muy amplia.
En segundo lugar se ha de transmitir a los niños la idea de que el dentista es un amigo al cual hay que visitar un par de veces al año para no perder el contacto. Que el niño sepa el nombre de su dentista y que en casa de hable de él como un amigo más también hará de la experiencia de ir al dentista un trámite divertido. El dentista además de ser un buen amigo es un especialista en dientes, por lo que aprovecharemos la visita para que vea si tenemos algún problema. Tenga lo que tenga que hacer, siempre lo hará con cuidado, pues es nuestro amigo.
Por último debemos establecer una rutina diaria de cepillado de los dientes para evitar “decepcionar” a nuestro amigo dentista. Esto se puede hacer convirtiendo el cepillado de dientes en una actividad familiar o planteando al niño algún reto, como superar día a día la cantidad de espuma que produce al lavarse los dientes o evaluando su aliento tras el cepillado.
Estos simples trucos harán de la visita al dentista una actividad divertida para el niño.

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