Los dientes
de leche son imprescindibles en el desarrollo infantil, por lo que es importante
cuidarlos bien. Los humanos desarrollan dos denticiones a lo largo de su vida,
la primera se conoce comúnmente como “dientes de leche” y aparece entre los seis
meses y los dos años y desaparece entre los 6 y los 11 años. Esta dentición es
temporal y está compuesta por: 8 incisivos, 4 caninos y 8 molares.
Aunque no
se conservan durante demasiado tiempo, los dientes de leche son vitales para el
desarrollo del niño, ya que contribuyen al desarrollo del lenguaje, a la
alineación de la dentadura definitiva y a la masticación.
Los dientes
de leche son más pequeños y más gruesos que los definitivos. El esmalte y la
dentina son más finos y están menos mineralizados, por lo que son más
vulnerables ante la caries.
Por este
motivo, es muy importante mantener un cuidado adecuado de los dientes de leche
de los niños y enseñarles los principios de una dieta sana para evitar
problemas dentales desde la infancia.
Sigue estos
consejos para evitar la formación de caries en los dientes de tus hijos:
· - Empieza por
cepillar las encías de tu bebé con un cepillo de dientes suave durante el baño,
o deja que lo haga él mismo siempre que lo vigiles tú. Esto convertirá el
cepillado de los dientes en parte de la rutina de limpieza.
· - Los niños
de menos de tres años pueden usar un poquito de dentífrico familiar que
contenga un mínimo de 1.000 partes por millón de flúor. Las pastas de dientes
con menos flúor no resultan eficaces contra la caries. Los niños de entre tres
y seis años deben utilizar una cantidad de pasta del tamaño de un guisante y
que contenga entre 1.350 y 1.500 ppm de flúor. Puedes buscar esta información
en el envase de tu dentífrico o consultar a tu dentista.
· - Por buen
sabor que tenga la pasta de diente no es para que los niños se la coman como si
fuera una golosina.
· - Cepíllale
los dientes al niño al menos dos minutos dos veces al día, una de ellas antes
de irse a la cama y la otra en algún momento a lo largo del día.
Hasta los siete u ocho años, vigila a los niños mientras se cepillan los
dientes, ya sea cepillándoles tú u observándoles mientras lo hacen ellos
mismos. A partir de los siete u ocho años los niños deben ser capaces de
cepillarse los dientes solos, aunque no está de más observarles de vez en
cuando para asegurarse de que lo están haciendo bien y durante no menos de dos
minutos.
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