La lengua es
uno de los elementos más ignorados en la salud buco-dental y sin embargo uno de
los más importantes de la boca. Necesita los mismos cuidados o más que el resto
de componentes de nuestra cavidad bucal.
La
superficie de la lengua está cubierta de papilas gustativas que nos permiten
diferencia los sabores. Existen diferentes tipos de papilas y cada persona
posee una combinación única de estas, lo que hacer que algunas personas sean
más sensibles a unos sabores que otras. En las papilas se alojan, al igual que
en los dientes y otras mucosas de la cavidad bucal, las bacterias causantes del
mal aliento. Si queremos evitar la tan temida halitosis debemos cuida la
higiene de nuestra lengua tanto como la de nuestros dientes.
Existen unos
“limpiadores de lenguas” que facilitan la labor, algunos cepillos de dientes ya
integran en la parte posterior a las cerdas, unas estructuras para la limpieza
de la lengua. O si no, en última instancia podemos utilizar el cepillo de
dientes para cepillarnos la lengua.
Pero
lo que no debemos hacer nunca es “olvidarnos” de la lengua, no limpiarla
equivale a no limpiarse la boca, pues las bacterias se desplazan fácilmente de
la lengua a los dientes y las encías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario